La necesaria reactivación de las Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos

Por A. Moreno
En todo el barrio, solo el Centro de Educación Infantil y Primaria Navas de Tolosa cuenta con un AMPA en funcionamiento, con 35 socios
San Cristóbal de los Ángeles, barrio históricamente caracterizado por su fuerte tejido asociativo, está experimentando un declive preocupante en la actividad de las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPAs). De las múltiples AMPAs en la zona, en la actualidad solo permanece la del CEIP Navas de Tolosa, con 35 socios, lejos de los 70 que llegó a tener antes de la pandemia. El AMPA del IES busca reactivarse, pero todavía no se ha consolidado.
No se trata de un fenómeno aislado ni responde a una única causa. Según Irma María Sánchez, coordinadora de la Asociación Educación, Cultura y Solidaridad (ECYS), “la participación en general ha disminuido drásticamente, pero en el ámbito educativo la caída ha sido aún más pronunciada”. “Las AMPAs en el barrio han tenido mucha fuerza en el pasado, pero ahora están bajo mínimos. Hay centros sin AMPA y en otros solo una o dos personas intentan tirar del carro, lo cual es insostenible”, comenta.
Uno de los principales factores que pueden explicar la situación es la falta de tiempo de las familias, muchas de ellas con trabajos precarios y horarios difíciles de conciliar con la participación. “Es mucho esfuerzo personal, muchas horas no remuneradas que no siempre se ven”, señala Raquel Álvarez, secretaria del AMPA del Navas de Tolosa.
Además, la situación económica del barrio no favorece la afiliación. Antiguamente, las AMPAs se sostenían con cuotas de los socios, pero hoy en día muchas familias no pueden permitirse pagar ni siquiera los 12 euros anuales que se cobra en el AMPA del Navas de Tolosa. “Si no pueden pagar, prefieren no apuntarse”, explica Elena Núñez, presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos de este centro.
En algún caso, las familias han podido llegar a percibir reticencias por parte de los propios centros, lo que desmotiva la participación. Pero “ahora estamos en una fase en la que los equipos directivos están más abiertos, aunque se ha perdido esa dinámica de participación en gran parte de la comunidad”, dice Sánchez.
LOS INTERESES DE LAS FAMILIAS
Las AMPAs son fundamentales para la defensa de los intereses de las familias, pero también como redes de apoyo. “Si pasa algo grave, si hay un cambio en las condiciones, sin AMPA nadie va a defenderte ni informarte”, afirma Álvarez.
En el Navas de Tolosa, el AMPA sigue jugando un papel destacado, ofreciendo apoyo en trámites administrativos, ayuda con la digitalización de documentos e incluso asistencia en la distribución de alimentos y ropa. “Mucha gente nos dice que gracias al AMPA pudieron resolver situaciones que les parecían imposibles”, añade Álvarez.
Tanto desde la Federación de AMPAs como desde asociaciones vecinales se están intentando estrategias para revitalizar la participación, pero la respuesta ha sido tibia. Según Núñez, “la solución pasa por hacer entender a las familias que estar organizadas les da fuerza, pero cada vez somos más individualistas y eso nos perjudica a todos”.
Hubo otras épocas de esplendor en las que las AMPAs tuvieron más protagonismo, como es el caso de la del CEIP Ramón Gómez de la Serna, que llegó a contar con 60 socios. Chelo Terriza, una de sus impulsoras, explica que “en su momento, el AMPA de nuestro colegio fue clave en muchas mejoras, pero ahora no queda nada”.
Terriza cree que, cuando una persona de las que lleva las riendas en el AMPA la tiene que dejar porque su hijo sale del centro a otra etapa educativa, “se debe gestionar quién se puede hacer cargo de la asociación”.
El caso de San Cristóbal contrasta con otras zonas de Madrid, donde el número de AMPAs no decrece. La falta de participación no se da en todos los distritos de Madrid, es más bien un problema específico del barrio. “Curiosamente, San Cristóbal es muy activo en otros ámbitos, pero en educación la gente no se implica”, lamenta Núñez.
A pesar de las dificultades, desde el Navas de Tolosa mantienen la esperanza y siguen trabajando para atraer a más familias. “Estamos abiertos al barrio, incluso a familias de otros colegios. Queremos que la gente entienda que las AMPAs son necesarias y que juntos podemos hacer mucho más”, subraya la presidenta del AMPA de este centro.